domingo, 26 de febrero de 2017

Lo que sea por nuestros hijos

Aquí seguimos... al pie del cañón... agotando las pocas fuerzas que nos quedan... 
El 29 de diciembre nuestros papeles actualizados entraron de nuevo en el mowa. Ese mismo día, después de que nuestro representante entregara los documentos en el mowa, nos dijo algo como: "ahora, a esperar uno o dos meses". Recuerdo que cuando me quedé a solas con Bruno me puse a llorar... ¿dos meses? ¡Madre mía, dos meses más! Fue un día agridulce. Estaba contenta porque los documentos ya estaban en el mowa, sólo era cuestión de revisarlos, y estaba muy triste pensando que aun había que esperar dos meses. 

Ahora, dos meses después hará el día 1 de marzo, moriría porque las palabras de nuestro representante se hicieran realidad. Concentraré mis energías, pensamiento positivo, lo que sea, en el día 1 de marzo, pero algo me dice que el miércoles seguiremos en el mismo punto que hasta ahora... ¡ojalá me equivoque!
Este viernes me llamó una familia de la ecai Cielo 133, coincidimos con ella en Addis, pasamos el fin de año juntos y en los tres encuentros que tuvimos hicimos buenas migas. El viernes me dio la gran noticia de que el mowa les había dado el visto bueno (comment positivo), pero no sólo a ellos, sino a las 4 familias que estaban pendientes de visto bueno en Cielo 133. Familias "antiguas" como yo digo, de esas que llevan más de un año esperando a encontrarse con sus hijos definitivamente. Es muy buena noticia la verdad. Están estusiasmados, justo hoy están preparando maletas porque es posible que el martes tengan que coger un avión ya que van a intentar conseguir que el juicio sea el mismo jueves.

¡Madre miiiiiia! Yo no me imagino ese momento, no lo veo, no visualizo el día en que nosotros obtengamos el visto bueno. ¿Nos va a llegar ese momento? ¿Cuándo? ¿Cuándo este gran paréntesis que Bruno y yo (y muchísimas otras familias que he conocido en este camino) hemos puesto en nuestras vidas se desvanecerá por fin? Un paréntesis que nos impide disfrutar de muchos momentos, que genera auténtico desánimo y te aleja de lo que más quieres y los que más quieres,... ¿Cuándo desaparecerá este paréntesis y empezaremos esa nueva vida tan y tan anhelada? 

Echo de menos a Yune y Tianshi, mucho, mucho y mucho. Ya sé que puede parecer absurdo ya que jamás hemos convivido juntos, pero el amor que sentimos por ellos, un amor que ha ido haciéndose más y más grande día a día, a cada dificultad y a cada calamidad iba aumentando exponencialmente, ese amor hace que los echemos de menos segundo tras segundo. 

A veces me río y sorprendo de mí misma, hago cualquier cosa para conseguir el visto bueno. Cualquier cosa que me dicen, hago, por absurda que sea. Y como yo, muchas compañeras de adopción. A veces nos reímos juntas de las barbaridades que hacemos, desde recitar mantras, poner velas, montar altares, concentrar energías, llevar amuletos, etc. ¡Jajajajajajaja! Si es que ya muchas estamos de manicomio... jajajajajaja.







Estas compañeras de camino se lo merecen todo, nos lo merecemos todo. Lo cierto es que en este camino he conocido a personas realmente increíbles, la vida me ha puesto en mitad del camino grandes personas, luchadoras, con gran capacidad de amar, voluntariosas, generosas y un largo etcétera. Por vosotras y por mis niños seguiré comentiendo este tipo de locuras.
Y hoy especialmente encenderé una vela por las familias de Balbalika, por las 6 familias que estamos luchando contra viento y marea, por las 6 familias que como dice una de ellas "amb prou dignitat ho portem", por l@s 8 niñ@s que están por venir, más concretamente por las 7 niñas y el más bonito de los niños, Yune.

domingo, 19 de febrero de 2017

Una entrada de año muy diferente

Más de dos meses después... me digno a escribir... ¡no tengo vergüenza! Pero es que han pasado tantas cosas y las emociones han sido tan intensas, que de verdad que me "costaba la vida" ponerle palabras a mis sentimientos y vivencias. 

Ya sabéis que la última noticia que teníamos es que habíamos recibido comment negativo por parte del mowa... ¡pues no! No era comment negativo, era sencillamente que el mowa había informado al representante de nuestra ecai que los documentos estaban caducados y que si se entregaban los documentos, firmarían el comment (visto bueno).
Al final, después de tantos años en este proceso, pierdes de vista la realidad, te centras tanto en la parte que genera sufrimiento que acabas un poco descontrolada, y eso precisamente es lo que me estaba pasando a mí. Me sentía fuera de control, sin entender nada absolutamente, lo que aun me generaba más desánimo y descontrol...

Pues Bruno, que ya llevaba madurando la idea hacía tiempo, me propuso ir a Etiopía personalmente a llevar nuestros documentos y entregárselos a nuestro representate, tener la oportunidad de "vivir" el proceso más de cerca, pensando que eso nos podría ayudar a serenarnos un poco. Os tengo que decir que fue muy difícil para mi tomar esa decisión, no hacía más que repetirme a mí misma "¿qué pinto yo en Etiopía si no tenemos "nada"?". Esta frase se convertió casi como en un mantra en mi cabeza. Pero Bruno estaba seguro que nos ayudaría a entender "cosas" y a seguir a delante en este proceso, pero sobretodo a tener la oportunidad de conocer en vivo el país (más concretamente la ciudad de Addis Abeba y su gente, su manera de ser,...) de los que esperamos se conviertan en nuestros futuros hijos. Os tengo que decir que me fui llorando de Barcelona porque no quería ir y me vine llorando de Etiopía porque no quería volver.

Hemos pasado las Navidades en Etiopía, aun estoy alucinando, finalicé el año 2016, el más duro de mi vida hasta ahora sin lugar a dudas, y me deperté en el año 2017, el que espero se convierta en el mejor año de mi vida, en Etiopía.

Conocemos Addis como la palma de nuestra mano... jajajaja. Hemos pateado la ciudad, nos hemos intentado integrar entre su gente, hemos ido a tomar "bunna" (café etíope) en el "bar" más apartado, hemos ido a conocer a Luci, nos han "timado" como verdaderos "farenji" (extranjeros) que éramos, nos han perseguido de un bar dudando de si habíamos pagado la cuenta, nos han robado el móvil en Huyahulet, etc. Evidentemente lo primero que hicimos fue ir a caminar a ver si nos topábamos con el MOWA!!! Queríamos ver con nuestros propios ojos ese edificio tan soñado y la verdad es que sin saberlo, nos topamos con él cuando llevábamos media hora caminado. ¡Lo reconocí de seguida! ¡jajajajaja!

El día 31, por casualidad, nos pasó una anécdota para nosostros increíble. Paseando por el Mercato nos topamos con unos españoles regateando en una tienda. Yo, muy directa, me dirigí a ellos y les dije: "¿Aquí regateando?". La cuestión es que entablando conversación eran la directora de una Ecai de España y una familia que se encuentra como nosotros, a la espera de ese visto bueno por parte del Mowa. Nos invitaron a conocer "La casita", lo que se conocía antes como la casa cuna, donde los nenes, cuando salían del orfanato y eran asignados a esa ecai, esperaban a reunirse con sus familias. Esa tarde conocimos "La casita", ¡alucinante es poco!. Fue una tarde súper especial, además de que me encontré con una familia que estaba allí mismo recogiendo a su hijo (Sara y Pepe) y nos unían personas muy queridas por ambas.

Lo más fantástico de este viaje sucedió el día 3 de enero, cuando los conocimos, los tocamos, verificamos que existen, que son de carne y hueso y son los tesoros más alucinantes que se puedan tener. No tengo palabras, ni adecuadas ni suficientes, para describir esas 2 horas. Además de que ponerle palabras no sería justo, porque me quedaría absolutamente corta en mi descripción de lo que significó ese momento. Morí de amor, intenté recordar cada segundo de nuestro momento juntos, pero en el taxi de vuelta lloraba de tristeza porque esos segundos ya no los podía reproducir todos en mi memoria. Prefiero mantener mis recuerdos para nosotros cuatro, además que revivirlos ahora mismo me entristece un poco...

Os dejo unas fotos de la más fantástica ciudad para nosotros. ¡Te echamos de menos, no sabes cuánto!







Prometo no tardar demasiado en escribir la próxima entrada y poneros al día de cómo siguen las cosas...
No imagino el día de ir por fin a buscarlos, de reunirnos por fin con ellos.