Hoy 3 años y 2 meses con el expediente en Etiopía, ¿tiene eso algún significado para nosotros? Pues no, igual antes los períodos transcurridos se traducían en un indicador de cómo iba tu proceso y de cuándo se podía resolver. Hoy en día, muy desgraciadamente, los años, los meses, los días y las horas transcurridas no significan absolutamente nada.
Recuerdo antes, cuando pasaba un mes desde la fecha de firma con la Ecai, cómo celebrábamos que ya nos quedaba un mes menos para la asignación, e incluso poníamos fecha al acontecimiento, anda que no soñé despierta veces con la famosa llamada... Después llegó un momento en que mejor no te marcabas plazos porque todos los procedimientos se estaban alargando muchísimo, aunque eso no quería decir que yo internamente no lo hiciera (soy así, qué se le va a hacer...), pero aún así te hacía ilusión ver cómo los procesos de otras personas se iban resolviendo. De alguna manera, era como una especie de garantía de que tu proceso llegaría a buen término algún día.
Y ahora, buf... ahora... Ahora es todo taaaan complicado que hasta me cuesta tener claros mis pensamientos, un día pienso una cosa y al otro pienso otra. Pero no sólo es cuestión de los pensamientos, también los sentimientos. Un día siento una cosa y al otro día siento otra, y al otro otra cosa muy distinta. ¡Menos mal que yo misma me voy autorregulando, sino estaría ya como una puñetera cabra! Y sobretodo menos mal que tengo a Bruno, él me ayuda a equilibrar esta oscilación continua de pensamientos, sentimientos y emociones.
Con esta entrada no pretendo desanimar a nadie, supongo que sólo se trata de un reflejo de cómo me siento ahora mismo, además, eso sí, de un indicador, supongo que más objetivo, de cómo están yendo actualmente los procesos de adopción internacional en Etiopía. Ante este panorama, aún me pregunto por qué Catalunya sigue aceptando solicitudes de adopción en Etiopía...